Con ustedes, Snoopy!!!

Siempre he sido fan de Snoopy, es un perro con mucha personalidad, pero en esta época en realidad ya los niños casi no lo conocen. Yo quise evitar eso y compre unas películas para que mi hija lo conociera. Nunca creí que le fuera a gustar tanto. Ya nos aprendimos los diálogos porque lo pone una y otra vez.

Ya ahora que le gusto Snoopy decidí hacerle uno. Este puede mover sus brazos y piernas. Hasta puede quedarse parado.

Pero resulta que mi hija prefiere jugar con sus otras muñecas. Así que yo voy a jugar con éste :)
Le voy a hacer sus trajes de "Joe cool", "Flying ace", "Scout master", etc.

Tinkerbell

Yo sí creo en las hadas. Jajaja, por lo menos en ésta. Tiene en la cabeza 2 cascabeles para que de verdad sea "campanita". Otra vez, esta muñeca se trata de una sonaja.

 Aquí ven el proceso de armado de la muñeca. Por primera vez, la cabeza tiene resaltado el volumen de la cara, así que sí tiene una parte delantera y trasera. El cuerpo también, la parte de atrás tiene un escote.

La falda fue tejida aparte y luego cosida al cuerpo.

El cabello se coloca sólo por la orilla y se amarra a la altura del chongo.

Los ojos son unos botones azules y la boca esta bordada con hilo. Las alas son de fieltro.

Vestido para invierno

Me gusta mucho como se ven las niñitas con sus vestidos y sus mallas en invierno. Y después de buscar un patrón de crochet que me convenciera, puse manos a la obra y tejí este. Le hice algunas modificaciones al patrón original y así fue como quedó.

Y con este frío mi niña lo agradece.

Feliz año nuevo

¡¡Un fuerte abrazo y bendiciones para todos!! Que la esperanza de un año lleno de cambios este en sus corazones. :)

Bueno, pues ya pasaron las vacaciones y las fiestas casi terminaron, y estamos empezando el año con mucha energía. Mi pequeño duende ya va a entrar a la escuela, así que tendré tiempo (por fin) para hacer mis cosas.

En estas fiestas decembrinas volví a reafirmar mi idea de una Navidad feliz. Nunca me gusto escribirle a Santa Claus y menos a los Reyes Magos. Cada vez que les pedía algo me daba cuenta que, cuando me traían eso que pedí, no me hacía realmente feliz. Y ahora que me dedique a hacer con mis propias manos los regalos, me hizo sentir muy bien.